Nada más acabar el partido de Girona con ese resultado tan fulminante como reconfortante por donde lo miren, saltó en el entorno perico un rumor que no es nuevo pero siempre altera los nervios. ¿Quién marcó los dos goles de la victoria perica? Gerard Moreno. ¿Qué nombre saltaba de inmediato como objeto de deseo? Gerard Moreno. Pero no se preocupen.

No se preocupen y no porque Gerard, hoy el máximo referente blanquiazul, no se vaya a vender, que podría ser. Cuando un futbolista se quiere ir y hay un club dispuesto a pagar su precio ya podemos hacer mangas de capirotes, que el jugador se va. ¿Se acuerdan de Luis Figo? Pues de ahí para abajo... En este supermercado el abc es saber vender y saber comprar. Si se sabe invertir los dineros que ingresas es cuando no hay que preocuparse, porque así sobrevives. Gerard, Oblak, Griezmann... A rey muerto, rey puesto.

No quiero la marcha ni Gerard, ni de ninguna de las piezas llamadas a ser clave en el futuro próximo, pero con o sin ventas si querría que en vez de ir a por un pseudocrack mirásemos de "comprar" un equipo. Un equipo que funcione como tal, sin fisuras y sin parches. Un equipo rocoso atrás, con capacidad de gestación en medio, con soltura en la llegada al gol. Un equipo que no tenga que girar alrededor de un solo jugador, de su inspiración o de su momento de foma, sino al revés, que ese jugador referencia se adapte a su estilo de juego Un equipo bien inyectado de filosofía de club(si no la hay, empiecen por ahí), con carácter y la seguridad de que cada uno está donde tiene que estar teniendo claro lo que tiene que hacer. Un equipo.

Si no me he explicado bien disculpen. Lo de Girona aun dura.

M.C. Cánovas